El mejor modo de tomar decisiones

Enrique está preocupado porque tiene que decidir en qué invertir el margen de ganancias que le dejó su negocio el año pasado. Está preocupado porque “le late” que debería seguir invirtiendo en redes sociales, porque es lo que está en tendencia. Pero no está seguro y no sabe bien qué hacer. Les pide su opinión a sus socios y algunos están a favor, otros en contra. Sus empleados de confianza piensan que debería invertir en Instagram concretamente, otros le dicen que en TikTok, porque está in. Su pareja piensa que debería hacer una Newsletter, porque oyó que es el clave del Marketing digital. Queda con más dudas que al inicio, así que, como tiene a su guru digital, mejor lo consulta.

¿En qué basarse?

Enrique le pregunta a su consultor cómo ve invertir más en redes sociales, a lo que su guru le contesta con otra pregunta: ¿cuál es el porcentaje de KPI que están generando? Enrique no le entiende, pero su consultor se lo lee en la cara, así que se lo explica de otro modo: ¿qué le está dejando más dinero? Enrique lo mira, mira su celular, lo vuelve a ver, parpadea. Finalmente le pregunta: ¿cómo sé eso? Su consultor sonríe y le explica (con la cara de quien sabe que para eso le pagan). —La decisión que tienes que tomar —le dice— necesita estar basada en datos, perspectivas de lo que sí ha dejado utilidades a tu negocio y lo que no. Enrique se siente aliviado y no: le suena muy bien, pero no sabe de dónde sacar esos datos.

¿Cómo recabar información confiable?

Su consultor lo acompaña para que revisen juntos las métricas que tiene disponibles Google, sus redes sociales y su página (de la que nadie le había hecho alguna mención). Confrontan datos disponibles de otros negocios afines (su competencia) y basándose en estos datos, comienzan a pensar en una decisión. Resulta que su página web es la que más resultados positivos para su negocio le ha dado; mucho más que sus redes o que una hipotética Newsletter (buena idea en general, pero no para su negocio en particular). ¿Cómo saben esto? Porque han visto las estadísticas, las han comparado, las han contrastado. Esto le permite a Enrique estar tranquilo al saber que lo que tiene que hacer es invertir en lo que ha probado dar resultados.

Basarse en datos: tu tranquilidad al invertir

A Enrique no le está yendo mal, su preocupación no tiene que ver con que su negocio no haya dado frutos, sino con equivocarse y que no siga creciendo. Pero su consultor lo tranquiliza: aunque le vaya mal en el futuro, siempre puede tomar decisiones estando seguro de que es lo mejor que puede hacer si sigue tomando en cuenta los datos. ¿Te estás preguntando qué tanto basas tus decisiones en datos? ¿Te pareces a Enrique o estás en otro nivel? ¿Por qué no lo averiguamos? Haz nuestro assesment gratuito ahora y descubre cómo estás en este y otros rubros.

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