¿Cómo puedo hacer que mi negocio sea más eficiente?
Desde que el empresario Sernos, mejor conocido como Enrique, hizo el assessment digital y ha seguido con la consultoría con quien llama su “guru”, cada vez siente que camina más claramente por la dirección correcta. Pero, como es normal, resolver algunos problemas pone en evidencia otros. Y en el que está metido ahora mismo tiene que ver con el tiempo y sus actividades: está saturado, pero siente que no puede dejar de atender a nada de lo que hace.
Primero lo primero: entender los procesos
Cuando Enrique le expone a su “guru” que le falta tiempo, él le pregunta de inmediato si sabe en qué se le va el tiempo. El empresario Sernos no entiende la pregunta al inicio: pues en el trabajo, en qué más. Su “guru”, paciente como normalmente, desarrolla la pregunta. ¿Cuáles son las actividades que tienes que hacer cotidianamente en tu empresa, cómo es un día promedio en tu empresa? Enrique quiere contestarle de inmediato, pero su consultor le pide que haga un ejercicio escrito: que haga una lista de todas las actividades que hace para su empresa.
Enrique no entiende muy bien cuál es el sentido al inicio, pero mientras va enumerando todo lo que hace, se comienza a dar cuenta de que hace algunas cosas que realiza son muy desorganizadas o que incluso las duplica. Apenas se da cuenta de esto ya quiere contárselo a su consultor, pero ya ha aprendido que siempre hay algo más. Así que espera paciente y trata de ser consciente de todo lo que hace para su empresa en una semana. Para cuando mira a su consultor se siente abrumado.
Qué es importante, qué no lo es, qué podemos delegar
A partir de esta lista, le dice Enrique a su “guru”, me fui dando cuenta de la enorme cantidad de cosas que hago para mi empresa: ¡con razón no tengo tiempo! Su consultor lo felicita y le pregunta de inmediato ¿qué podría hacer otra persona de tu empresa? El empresario Sernos, que siempre se encargó de hacer las cosas más importantes solo, no se siente cómodo con la idea. ¿Si no es él quien da el toque especial, entonces quién?
Su consultor lo tranquiliza: Enrique, sigues siendo el alma de la empresa, lo que necesitas es brazos y piernas. El empresario Sernos respira más tranquilo, le va entendiendo al problema. De todo lo que haces, qué no podría hacer nadie más. Enrique se da cuenta que, en estricto sentido, no todo lo que hace tiene que hacerlo él. Su “guru” lo felicita: ahí está la clave, qué cosas puede delegar, qué operaciones dependen de él, cuáles se pueden automatizar.
De identificar procesos a su automatización
Una vez que Enrique sabe qué procesos pueden ser delegados, su consultor lo lleva al siguiente paso: comienzan a explorar juntos cuáles de estas operaciones pueden automatizarse y qué tecnologías le van a permitir que esto se vuelva una realidad. El empresario sernos no se arrepiente de haber hecho el assessment porque está a punto de tener más tiempo para que su empresa siga creciendo y para que su calidad de vida aumente.
¿Qué estás esperando? Hazlo ahora y date cuenta en qué punto estás, para entender cuál es el siguiente paso.