¿Cómo me doy a conocer? Gestiona tu marca
Enrique sabe que necesita que lo conozcan más para vender más, pero no sabe cómo hacer que su servicio se vuelva reconocible para todos. No sabe cómo ser un referente en su sector, cómo hacer que sus servicios se identifiquen con su empresa y no con su competencia.
Como siempre, el empresario Sernos confía en que su “guru” le aclarará las ideas y no puede esperar a verlo de nuevo para trabajar con este punto.
Ser un referente es hacer tu marca memorable
Su consultor traduce la inquietud de Enrique en una frase: gestión de marca. Le dice en primer lugar que su servicio, para sus clientes, no es su servicio, sino su marca. Enrique lo mira confundido. Su consultor, que ya lo conoce, le dice que le va a dar un ejemplo: quien va a Starbucks no busca un café, busca que su vaso tenga su nombre, que haya internet en la sala, que se pueda quedar trabajando en un sillón por horas y que su café sea de Brasil con un tostado medio y le pueda poner leche de soya.
Enrique le dice que eso es lo que siempre ha buscado, que incluso quisiera volverse un referente tan obligado para sus servicios que se confunda el producto con la empresa. Su “guru” le dice que eso que él llama empresa es lo que necesita pensar como marca. Enrique parpadea lentamente, entrecierra los ojos, le dice que sí asintiendo con la cabeza. Pero su consultor sabe que es ese sí que quiere decir “dame un ejemplo” o “no entendí bien”. Le dice: tú quieres que tu servicio se vuelva un clínex. Enrique no puede evitar reírse y le pregunta ¿cómo que un clínex, para que mis clientes se suenen con él? Su consultor le dice: exacto. Enrique sigue sin entender. Su “guru” le dice que su confusión es normal, ni siquiera se da cuenta de que Kleenex era (es) una marca que ahora se volvió palabra. Enrique tiene una sonrisa grande, como cuando entiende perfecto de qué habla. Le dice: “¡Eso! ¡Eso es lo que quiero!”.
Su consultor le dice que eso es lo que los de marketing llaman “marca memorable”: que la gente lo recuerde.
Cómo hacer que tu producto se confunda con tu marca
La primera cosa que le aclara su consultor es que llegar a ese punto, el de ser un clínex/Kleenex, lleva mucho tiempo, trabajo y consistencia, pero que el primer paso es hacer que su marca sea reconocible como parte de su servicio: su página, su correo electrónico, su paleta de colores, su logotipo, su estilo de comunicar. Que todo conduzca siempre a su marca, que sea reconocible para sus clientes.
A Enrique todo le suena muy bien, pero no sabe bien qué hacer. Su consultor le recuerda que para eso habían hecho el assessment y que tenían que partir desde el lugar en el que estaban. Luego hacen una de las cosas que a Enrique le resulta más valiosa de su consultoría, cuando su “guru” le deja algún ejercicio en el que puede aterrizar cosas por escrito y darse cuenta de qué necesita hacer. Comienzan por pensar juntos cuál ha sido la evolución de su marca (a Enrique todavía le cuesta trabajo pensar en su empresa como su marca, pero ya le va entendiendo). Su consultor le señala cómo ha ido cambiando frente a los cambios del mundo (el último: la pandemia) y le dice que así tiene que funcionar su marca: tiene que adaptarse al entorno consistentemente, siendo fiel a sus valores, a sus ideales, a su promesa de servicio.
La mejor publicidad: que los clientes se vuelvan fans
Enrique le dice a su consultor que mucho de lo que le ha ayudado a darse a conocer es que sus clientes lo recomiendan. Su consultor lo felicita y le recuerda que seguro ha oído que la mejor publicidad es la que se da de boca en boca. Enrique le dice que claro, que además está de acuerdo. Bueno, le dice su “guru”, eso es lo que es lo que significa que tus clientes se vuelvan tus fans.
¿Mis fans?, pregunta el empresario Sernos. Sí, le dice, te voy a hacer una pregunta, ¿te acuerdas qué me dijiste luego del assessment y nuestra primera consultoría? Enrique contesta que sí, que le dijo “¡no manches, me cae que soy tu fan!”, y que se acuerda porque ambos se habían reído con la puntada. Bueno, le dice su consultor, pues eso que dijiste en broma, al final, ¿no se ha vuelto real? A ver, le aclara Enrique, lo dije en broma porque así se llama su empresa, digital fan, pero era en serio. Lo sé, le dice su consultor, pues tú también necesitas que tus clientes se vuelvan tus fans. Que sepan qué hace tu marca por ellos, que lo puedan reconocer y que lo recomienden porque has tocado sus vidas.
¡Qué bonito hablas!, le dice entre bromas Enrique. Luego agrega, más serio, que sí que lo entiende, que por eso le encantan sus consultorías, que por eso se volvió su fan: siempre le aclara hacia dónde tiene que ir.
Ya invertiste estos minutos para tu negocio al leer el post de esta semana, inviértele otros más haciendo nuestro assessment y descubre en qué lugar estás para que puedas llegar más lejos.